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jueves, 13 de septiembre de 2012

LA NADADORA TERESA PERALES IGUALO A MICHAEL PHELPS EN LA CANTIDAD DE MEDALLAS


Teresa Perales consiguió en los Juegos Paralímpicos igualar las 22 medallas que tiene en su haber Michael Phelps.


Los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 terminaron, para España con 42 medallas (8 de oro, 18 de plata y 16 de bronce) y en el puesto decimoséptimo del medallero, unos números ligeramente peores a los de Pekín 2008. Una de la última deportista en conseguir medalla fue Teresa Perales, una medalla de oro que es de las más especiales que se han conseguido durante estos días de competición. Porque con esa medalla de oro, nuestra nadadora ha igualado nada menos que a Michael Phelps con 22 medallas olímpicas, eso sí, con menos oros pero eso no resta el mérito. Y puede que su récord no quede ahí porque, si bien no sabe si estará en Río 2016, ha dejado claro que de momento no piensa en retirase. Desde los 19 años en silla de ruedas tras sufrir una enfermedad, Teresa Perales fue todo un prodigio pues en muy poco tiempo comenzó a conseguir grandes resultados en esto de la natación a nivel paralímpico. Ya en Sydney 2000 conseguía sus primeras medallas, cuatro bronces y una plata, sumando tres bronces, una plata y dos oros en Atenas y tres oros, una plata y un bronce en Pekín. Así pues, llegaba a la cita de Londres con 16 medallas y con ese reto de igualar al gran Michael Phelps, sumando seis oros. Amén de la dificultad que conseguir tantos metales supone, la zaragozana, que además fue la abanderada de la delegación española, había sido madre en 2010 y este hecho, aunque suene un poco mal así dicho, marca irremediablemente la preparación de una mujer en una competición de este calibre. Pero al final el rendimiento de Teresa Perales en estos Juegos Paralímpicos ha sido el que deseábamos, sumando esas seis medallas que todos queríamos ver colgadas de su cuello. Teresa Perales sumó dos bronces, tres platas y un oro. Precisamente ese único oro, en los 100 metros libres, fue esa medalla tan especial, la número 22. Y quizá no sea la última, eso sólo ella lo sabe.

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