Con una inversión de alrededor 34 millones de euros, Londres
será escenario de la apertura de los Juegos Olímpicos con una fiesta que
tendrá, según su creador, toques de excentricidad británica. En una rueda de
prensa que se extendió por poco más de 60 minutos, el director Danny Boyle
explicó cómo será la ceremonia que durará unas tres horas y media, dejando a
resguardo los detalles más importantes.
"Ha sido un viaje muy largo, casi llegamos. La emoción
que siento es maravillosa y espero con ansias el espectáculo. Ahora solamente
falta que salga bien", afirmó el director ganador de un Oscar por la
película Slumdog Millionaire. Desde los participantes hasta los testigos de los
ensayos, todos recibieron el pedido de no revelar detalles de lo que será la
fiesta. El mismo mensaje fue reiterado en la mañana de este viernes para los
periodistas que cubrieron la conferencia de prensa. "Creo que es el día
más importante de mi vida, estoy emocionadísimo. No puedo imaginar qué pasa por
la cabeza de Danny en este momento, pero creo que esta noche será
fabulosa", relató Sebastian Coe, director del Comité Organizador (Locog,
por sus siglas en inglés) para después celebrar la participación del cineasta
en el proyecto. "Todo esto fue un gran aprendizaje para mí. Acepté este
desafío porque nunca hice nada de este tipo. Cuando uno realiza una película,
el equipo tiene 40 personas, a veces 80, pero uno termina sabiendo el nombre de
todo el mundo. Esto, en cambio, involucra a decenas de miles de personas y es
imposible conocerlos a todos". El cineasta admitió que la ceremonia no
será tan grande como la realizada por Beijing hace cuatro años, que en su
opinión fue la mayor realizada hasta hoy. Sin embargo, consideró que el público
se irá más que conforme.
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