El basquetbolista estadounidense LeBron James llega a los
Juegos Olímpicos de Londres habiéndose librado de una pesada carga: las nueve
temporadas que tardó en pasar de ser la mayor promesa de la historia de la NBA,
más que Kobe Bryant o Michael Jordan, a ganar su primer anillo.
En las competencias internacionales, James vivió una
situación similar. Fue miembro de aquella selección estadounidense integrada
por profesionales que avergonzó a su país quedando tercera en el Mundial 2006
-España y Grecia fueron primera y segunda- y bronce en los Juegos de Atenas
2004 (Argentina e Italia fueron oro y plata).
El polivalente escolta de 27 años se sacó su primera espina
en los Juegos de Beijing 2008, integrando el "equipo de la redención"
que le devolvió el oro a Estados Unidos. Y en la NBA, se echó a la espalda a
los Miami Heat para vencer (4 partidos a 1) en la final a los favoritos, los
Oklahoma City Thunder. Ha sido una temporada brillante para James, que podría
desplazar a Kobe Bryant del liderazgo del equipo en la cancha. Promedió 27,2
puntos en la temporada regular y 30,3 en los playoffs, con una final esplendida
ante Oklahoma en la que fue elegido el jugador más valioso. Fue, en definitiva,
el año de su consagración, que podría ser redondo con su segunda medalla de oro
olímpica. "Estamos lanzados para traer el oro a Estados Unidos",
expresó en la concentración del equipo olímpico en Las Vegas. La larga
temporada y los gestos de dolor en el último partido de las finales no serán
obstáculo, explicó: "si hubiera sentido dolor o estado lesionado, y
necesitando un descanso, lo hubiera pensado" antes de ir a Londres. LeBron
Raymone James, 2,03 metros y 113 kilos, nació el 30 de diciembre de 1984 en
Akron (Ohio, noreste), un lugar sin demasiada historia y que presume de un
título auto concedido de dudoso interés, el de "capital mundial del
caucho", por la alta concentración de empresas de neumáticos. LeBron era
hijo de una madre adolescente, Gloria, que ahora la acompaña a todos los
partidos, y de un antiguo preso por tráfico de drogas, Anthony McClelland, que
los abandonó. El muchacho tuvo una infancia de constantes mudanzas y dejó la
escuela temprano. Fue recuperado a tiempo por el entrenador Frankie Walker, que
se llevó a vivir con su familia a LeBron y su madre, e ingresó en el liceo de
St. Vincent-St. Mary, en Akron, en cuyo equipo maravilló hasta el punto de dar
el salto directamente a la NBA, a los Cleveland Cavaliers, sin haber pasado ni
un segundo en la liga universitaria y como número uno del draft (la lista de
preseleccionados para pasar a la liga profesional). LeBron llegó a la NBA con
un contrato de 90 millones de dólares con la marca Nike bajo el brazo que lo
convirtió en multimillonario antes de pisar una cancha. Como punto de
comparación, cabe recordar que Kobe Bryant fue el decimotercero del draft y que
Michael Jordan fue el cuarto. Su temprano debut contribuyó a generar muchas
expectativas y, en consecuencia, muchas frustraciones. Las nueve temporadas que
tardó en ganar un anillo se hicieron una eternidad, cuando sólo tiene 27 años. Como
recordaba el New York Times, LeBron ha jugado ya 27.497 minutos en temporada
regular, cuando Michael Jordan tuvo que esperar a los 32 años para superar los
27.000 minutos y el legendario Wilt Chamberlain, el único en anotar 100 puntos
en un partido, esperó a los 30.
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