Noor Hussain Al-Malki, la primera mujer de Catar en competir
en unos Juegos Olímpicos, no pudo ni siquiera terminar su carrera de 100 metros
en Londres 2012, al lesionarse al poco de iniciarse la prueba.
Con el pelo cubierto por un pañuelo con los colores de la
bandera catarí, Al-Malki partía por el carril tres, pero su competición duró
escasamente diez metros. La deportista asiática sintió un pinchazo en la parte
posterior del muslo derecho y tuvo que detenerse. Desconsolada, quedó sentada
en la pista mientras sus rivales se jugaban la clasificación hasta que la
ayudaron a retirarse unos asistentes. Para la catarí, de 17 años, representar a
su país era una cuestión de orgullo y su objetivo era mejorar su marca personal
y que su nación se sintiera orgullosa de ella.
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