El equipo de Javier Weber cayó en
sets corridos ante su clásico rival sudamericano en cuartos de final y se
despidió de los Juegos Olímpicos de Londres.
El seleccionado de voleibol
masculino quedó eliminado de los Juegos Olímpicos, al caer con su par de
Brasil, por 3-0, en partido de cuartos de final. El triunfo del equipo
brasileño, medalla de plata en Beijing 2008, se concretó con parciales de
25-19, 25-17 y 25-20, tras una hora y 12 minutos. De esta manera, el conjunto
de Javier Weber concluyó su actuación en la cita olímpica con tres triunfos
(Australia, Bulgaria y Gran Bretaña) e igual cantidad de derrotas (Italia,
Polonia y Brasil). El encuentro arrancó con cierto equilibrio. De hecho, al
primer tiempo técnico, la ventaja brasileña era mínima (8-7). Pero, de a poco,
el bloqueo del equipo finalista en Beijing 2008 comenzó a entregar sus frutos,
del mismo modo que los remates de Dante (4) y Lucas (3), quienes causaron mucho
daño en la red. Entonces, los dirigidos por Bernardo Rezende aprovecharon una ráfaga
de cuatro tantos seguidos para ponerse 11-7 arriba. El desconcierto albiceleste
se profundizó al promediar el segmento porque, a una recepción discreta, se le
sumó la notable eficacia del conjunto `verdeamerelho´ que pasó al frente 16-9
primero y 18-10, después. El técnico Weber pidió sendos minutos para ordenar
las cosas y mandó a la cancha a Nicolás Uriarte. La inoportuna lesión del
opuesto Visotto (pisó mal con su pie derecho y cayó tendido) provocó una ligera
reacción de la Argentina, que descontó 16-21. Pero Brasil continuó con el
envión necesario como para llevarse el parcial por 25-19, en apenas 26 minutos.
El segundo segmento empezó como el primero: con dos equipos alternándose en el
dominio y en el tanteador. Pero Argentina ajustó la recepción, mejoró en el
saque y Facundo Conte sacó credenciales de ese poderoso atacante que proyecta
ser. Entonces, el equipo de Weber tomó una ligera supremacía por 7-6, hasta
que, nuevamente, el seleccionado dos veces medalla de oro en los JJ.OO.
(Barcelona 1992 y Atenas 2004) creció con el bloqueo y con la potencia de sus
centrales. Así, Brasil se situó al frente por 16-12, a pesar de que la
Argentina ya no mostraba la cara del primer set y había mejorado en los
distintos rubros, con Pablo Crer y Federico Pereyra, que exigían. Sin embargo,
la jerarquía individual y colectiva de los de Rezende hizo que todo pareciera
un trámite: 25-17, en 23 minutos. En el tercer parcial, Argentina pudo tomar
una distancia 3-1 en el arranque, pero la aparición de Murilo (una de las
figuras; 10 puntos) niveló la pizarra (7-7). El equipo de Weber encontró cierta
regularidad con el armado de De Cecco y se mantuvo en partido, en virtud a la
potencia de Conte (14-14). Pero Brasil siguió apostando al armado de Sergio, a
la potencia de Wallace y redondeó el éxito con un parcial de 25-20, tras 23
minutos.
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