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viernes, 31 de agosto de 2012

LA CUIDAD DE LONDRES VIVE A PLENO LOS JUEGOS PARALÍMPICOS 2012


La ciudad vive los Juegos Paralímpicos en medio de múltiples actividades para los locales y el turismo internacional. Conseguir una entrada es misión imposible, más para los que no son europeos. La seguridad, por ahora, implacable.


Con sus monumentos impactantes, como el famoso reloj Big Ben, que marca los tiempos de los londinenses o el más reciente London Eyes, una especie de mirador desde lo más alto, esta ciudad vive a plenos los Juegos Paralímpicos. Y si los convencionales fueron todo un éxito en distintas cuestiones, éstos no se quedan atrás. La ceremonia inaugural brilló en el Parque Olímpico y replicó por todos lados y el Trafalgar Square se llenó de fanáticos que explotaron con el fin de la cuenta regresiva. La ciudad se llena de carteles alusivos a estos Juegos que, para los habitantes de esta ciudad, tienen la misma importancia que los convencionales. No está Usain Bolt, ni Michael Phleps, pero nada ha cambiado aquí. El Parque Olímpico es una verdadera demostración de espíritu olímpico, con la amabilidad típica de los voluntarios que indican a los miles de espectadores hacia dónde dirigirse para llegar a los estadios. Antes, deberán superar los intensos controles de seguridad que incluyen desde la simple presentación de la entrada a extensas sesiones de scanners. Los controles no fastidian a la gente que luce feliz. No es para menos en un lugar que irradia deporte y, en este caso, muestra la superación de los atletas ante sus discapacidades físicas. Llegar a verlos en acción no será fácil para muchos, incluso, imposible para casi todos los que no tengan entradas ya adquiridas. En la web oficial sólo se venden para los ciudadanos locales o europeos, mientras que para los latinoamericanos hay un portal especial, pero ya están agotadas. Las clásicas boleterías son una imagen de otra época. Los diarios le entregan una gran cobertura e inundan sus páginas, más con la presencia de los jóvenes monarcas William y Kate en el partido de goalball entre Gran Bretaña y Lituania, en la TV se muestran imágenes de los distintos deportes aunque de manera discontinua (en este aspecto sí se diferencia de los convencionales) y los medios de transporte se prepararon para la ocasión. No hay forma de perderse para llegar a los lugares de competencia. Todo está bien señalizado. La estación de subte de Stratford, la que comunica al Parque con la ciudad, no cobra boleto. Es un gran aliciente ya que un ticket de metro llega a costar hasta 3.60 libras. Londres vive nuevamente la fiesta del deporte. Ahora es el turno de los Paralímpicos. Pocas expresiones de cualquier índole superan al espíritu de los Juegos. A disfrutarlos.

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