Después de tanto sufrimiento, cada objetivo parece una
quimera. Más aún para un pueblo que ha sido históricamente maltratado. Pero
cada tanto, un oasis de felicidad en forma de un logro personal aparece y
aporta un poco de ilusión, aunque sea efímera, para alimentar la fortaleza
frente a la desidia y la injusticia. Así podría resumirse la historia de Abu
Rmeileh, el primer palestino en clasificarse por méritos propios a los Juego
Olímpico.
Nacido en la Tierra Santa de Jerusalén 32 años atrás,
Rmeileh actualmente da clases de judo en el pequeño club de Al Quds, escenario
que por la noche se transforma en un salón de bodas. Hace unas pocas semanas
recibió una noticia que le llenó el alma, que hace tiempo buscaba pero que
incluso había llegado a dar por pérdida: la clasificación a Londres 2012. Hasta
ahora, los pocos deportistas palestinos que habían tenido el honor de
participar en la fiesta olímpica habían recibido la invitación del Comité
Olímpico Internacional (COI). Desde 1996 cuando el COI aceptó a Palestina
dentro de su organismo, todos los deportistas que representaron a dicha nación
viajaron a los Juegos Olímpicos por invitación solidaria. De hecho, los otros
cuatro atletas que representarán al pueblo palestino en Londres accedieron a la
cita británica gracias a ese sistema. Bahaa al-Farra, de Gaza, participará en
los 400 metros. Wouroud Sawalha, de Nablús, competirá en los 800 metros,
mientras que la nadadora Sabine Hazboun, de Belén, hará lo propio en los 50
metros mariposa y en los 50 metros libre. En cambio, el nadador Ahmad Jibril,
que reside en Egipto, fue invitado a participar de los 400 metros libre. Rmeileh
obtuvo su ticket después de su buena presentación en el último mundial de judo
de Japón. Allí sumó los puntos necesarios para obtener un ticket olímpico que
recién le fue confirmado hace pocas semanas. "Siempre pensé que ir a los
Juegos Olímpicos era un sueño imposible, pero ahora que estoy clasificado, sé
que la palabra imposible no existe. Haré todo lo que este a mi alcance para
ganar alguna medalla. No voy allí para nada, sino para triunfar representando a
Palestina". Desde que se enteró de la inesperada noticia, incrementó
notablemente su entrenamiento. Actualmente su rutina consiste tiene una
duración de cuatro horas diarias (dos en el gimnasio y dos sobre el tatami)
durante los siete días de la semana. "Me siento bien. Estoy muy contento
de ser el primer palestino en clasificarse para los Juegos Olímpicos. He
conseguido algo grande, estoy muy orgulloso de ello. Lo que siento es
indescriptible. Esto significa que podemos mandarle un mensaje al mundo de que
somos tan capaces como cualquier otro país" agregó el hombre que escribió
la historia de un pueblo que lucha por crear, por una vez por todas, el estado
palestino. Tal vez Rmeileh, convertido en héroe nacional, pueda aportar un
grano más de arena a la causa.
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