Sólo faltan 85 días para que la antorcha entre en el nuevo
Estadio Olímpico de Londres y marque el comienzo de la mayor competición
deportiva internacional. Una tradición que se repite cada cuatro años y que no
solo sirve para medir el talento de atletas y equipos de todo el mundo sino
que, también, se convierte en un gran negocio que mueve miles de millones de
euros. Las cifras de Londres 2012 serán mareantes: 17 días de competición que
congregarán a 10.500 atletas que se medirán en 39 disciplinas deportivas,
animados por quienes hayan logrado hacerse con alguna de los 8,8 millones de
entradas que se han puesto a la venta y seguidos por 21.000 periodistas
acreditados, que darán cuenta del sueño olímpico a una audiencia potencial
estimada de 4.000 millones de personas, según los números que manejan los
organizadores británicos.
Exhibición única
Con estas previsiones, la capital de Reino Unido se convierte
en una muestra de lujo para empresas locales y foráneas y en una oportunidad
única para relanzar su actividad y generar ingresos en un momento de
contracción económica como el actual. Según los datos obtenidos en el último
informe sobre marketing de los Juegos Olímpicos elaborado por el Comité
Olímpico Internacional, así como las cifras que barajan los organizadores
británicos, el periodo olímpico que cierra Londres 2012 moverá unos 4.700
millones de euros entre derechos de retransmisión para las televisiones,
patrocinios, venta de entradas y productos de merchandising. Una actividad
económica que superará en cerca de un 15% la lograda en el anterior cuatrienio
olímpico, que tuvo su broche en los Juegos de Pekín 2008, cuando la crisis
mundial todavía no había estallado con toda su virulencia. El principal negocio
es el de la venta de derechos audiovisuales, que se ha convertido en la primera
fuente de ingresos para el movimiento olímpico. En estos juegos, la señal de
las competiciones llegará a 220 países. Las cadenas o asociaciones (Eurovisión,
en el caso de Europa) que se han adjudicado los derechos han desembolsado un
total de 3.005,5 millones de euros (incluidos los derechos de los Juegos de
Invierno de Vancouver 2010). Por el lado mediático, los dos momentos más
relevantes serán las ceremonias de inauguración y clausura. “La apertura y
clausura de Londres 2012 estarán entre los eventos más vistos de la historia de
la televisión”, ha avanzado Martin Sorrell, el todopoderoso ejecutivo del
gigante de la publicidad WPP. Según los organizadores de los Juegos, sólo las
dos ceremonias principales están valoradas en unos 5.000 millones de libras
(6.115 millones de euros) en repercusión publicitaria. “En todo caso, si se
tiene en cuenta el impacto que tendrán en imagen para Londres y Reino Unido y
para el turismo en el futuro, se puede decir que su valor será impagable”. Unos
20.000 artistas participarán en las galas. La producción y organización de la
ceremonia inicial correrá a cargo de Danny Boyle, el director de la oscarizada
Slumdog Millionaire, mientras que la clausura queda en manos de Kim Gavin,
responsable creativo del grupo Take That, como director artístico. Los
patrocinios son el otro gran punto fuerte de negocio de los Juegos Olímpicos.
Once empresas tienen la consideración de sponsors mundiales: desde Visa hasta
Coca-Cola, pasando por Procter & Gamble, Omega o General Electric. A ellos
hay que añadir los patrocinadores asentados en Reino Unido (unas 44 empresas).
En total, unos y otros aportarán unos 1.585 millones de euros a cambio de que
sus productos puedan vincularse, de forma directa, a Londres 2012. El logotipo,
la mascota y todo lo relacionado con los Juegos también servirán para vender
camisetas, tazas, balones, pósters y casi cualquier cosa, por increíble que
parezca (¿tiene coche en Londres y quiere que en su matrícula figure RUN 100M o
GB12 ROW?). En total, 10.000 productos que permitirán facturar a los comercios unos
1.225 millones. Solo con la venta de licencias de comercialización, el
merchandising de la Olimpiada ha movido 103 millones. En cuanto a lo que se
facturará por las entradas, todavía no hay una cifra clara. Este domingo se
ponen a la venta las localidades para la competición de fútbol, pero en las
pruebas de atletismo más vistosas ya se ha colgado el cartel de no hay más
entradas. Más de un millón de personas pidió un pase para la final de los 100
metros lisos: 62 veces más que el público que realmente podrá presenciar la
carrera en vivo. El precio estándar de las entradas ha sido de 100 libras,
salvo excepciones como la ceremonia inaugural, que ha costado unas simbólicas
2.012 libras.
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