Los que vieron al británico Dai Greene en lo más alto del
podio en el Campeonato Mundial de Atletismo de Daegu 2011 no podían imaginar la
grave enfermedad que tuvo que superar para llegar hasta allí. El campeón
mundial de los 400 m con vallas sufre con la epilepsia y afirmó que tuvo que
abandonar las “noches de ebriedad” para controlar los ataques.
Dai Greene
El atleta de 26 años dijo que tuvo que cambiar radicalmente
su estilo de vida, y esa transformación fue posible después que ingresó al
atletismo, en la Universidad de Bath. Pródigo deportivo en los primeros años de
su adolescencia, Greene entró en los juveniles del Swansea City, en Gales, a
los 13 años y llegó a marcar un gol contra el Real Madrid. Sin embargo, a él no
le gustaba mucho el fútbol y dejó la modalidad a los 17. Cuando dejó de jugar
al fútbol, Greene empezó a “conocer a las muchachas” y no dejaba de salir a la
noche ni siquiera un fin de semana. Hasta que, tras una conmemoración “moderada”
en las Fiestas de 2003, el atleta tuvo su primer ataque epiléptico justo el
primer día del año. Green relató que el segundo incidente fue más grave, y
ocurrió cuando estaba en Mallorca, España, con sus amigos. El deportista había
salido la noche anterior, estaba rumbo a la playa y terminó cayéndose en la
puerta del hotel, de cara al piso. Con la caída, según el atleta, se rompió muchos
dientes y se cortó el rostro. Él explicó que, en verdad, durante los ataques no
sabe qué le sucede y solamente se despierta sintiéndose muy cansado y con
fuertes dolores. Según Greene, es peor para los que están mirando y, por eso,
siempre avisa a sus compañeros de habitación en las competiciones para que no
se preocupen y, si llega a pasar algo, que no lo dejen lastimarse a sí mismo. Incluso
después de descubrir que la falta de sueño y la bebida (aunque sea en pequeñas
cantidades) combinadas eran un factor en sus ataques, Greene tardó en cambiar
su estilo de vida. Sin embargo, al encontrar su talento para el atletismo, pasó
a tener una vida más tranquila, según él, principalmente por andar con nuevas
compañías, que también se dedicaban al deporte y, por lo tanto, intentaban
cuidarse. Greene también es parte del equipo británico medallista de plata en
el relevo 4x400 m en el Mundial de Berlín 2009, y es una de las grandes
esperanzas de medalla para el país anfitrión en los Juegos Olímpicos de Londres.
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